Lineas de tiempo
Anita Vicente.
Comisión
n°5, Santiago Castellano.
Consigna:
Hacer 2 líneas del tiempo:
En la primera anotar 10 momentos o
situaciones vinculadas con la escritura propia, la lectura propia y su relación
con medios de comunicación (buscar momentos en donde haya algún tipo de
descubrimiento o asombro). Desarrollar (por lo menos 15 líneas) 5 de las
mismas.
·
Recuerdo
cuando leí por primera vez una poesía, la había hecho mi tío Valentín, para mi
tía Paula recientemente fallecida, tenía 8 años.
·
Cuando
descubrí los “youtubers”, pasaba horas mirando sus videos, tenía 11 años.
·
Recuerdo
mi canal de YouTube con mi mejor amiga, con el sueño de ser famosas, teníamos
11 años.
·
Me
acuerdo lo mucho que me gustaba escribir, la primera vez que le hice una carta
a mi madre, tenía 12 años.
·
El
primer libro que leí fue “Aristóteles y Dante descubren los secretos del
universo”, cuando tenía 14 años.
·
Cuando
mi mama por fin me dejo hacerme un usuario de twitter, lo mucho que me gustaba
(y gusta) leer diferentes cosas ahí, tenía 14 años.
·
Cuando
descubrí por mi mama los canales de radio de streaming, tenía 15 años.
·
Cuando
descubrí los podcast en spotify, tenía 16 años.
·
Cuando
fui comunnity manager de una cuenta de Instagram, mi primer trabajo de lo que
me gusta, tenía 17 años.
·
La
primera vez que hice radio, me llevaron del colegio, tenía 17 años.
“Recuerdo
mi canal de YouTube con mi mejor amiga, con el sueño de ser famosas, teníamos 11
años”: es un recuerdo que mantengo intacto como si hubiese sucedido apenas hace
unos días, recuerdo muy bien la inquietud que sentíamos, no querer contarle a
nadie de nuestro canal, ya que somos de un pueblo muy pequeño y el miedo a que
se nos burlaran nuestros compañeros de colegio. Recuerdo el pasar los días
pensando en que podíamos hacer, prender la cámara y poder ser nosotras mismas,
divertirnos, hacer cualquier cosa por el solo hecho de tratar de hacernos
“famosas”, mirar videos de otros youtubers que adorábamos para tomar sus ideas
y poder ser igual de virales como ellos.
Claramente
nunca fuimos virales, ni tuvimos más de 10 visitas (ya que no le queríamos
decir a nadie de nuestro canal), pero el hecho de divertirnos y pasar horas
editando esos videos con nuestra inocente ilusión. Era algo que nos gustaba
mucho, le dedicábamos mucho tiempo y esperanza, recuerdo la incertidumbre de
cada vez que publicábamos, actualizar cada dos segundos a ver si subían las
visitas y reírnos nosotras mismas de nuestros propios videos.
“Recuerdo
cuando leí por primera vez una poesía, la había hecho mi tío Valentín, para mi
tía Paula recientemente fallecida, tenía 8 años”: hacía apenas unos meses mi tía
había fallecido en un accidente de tránsito, la familia estaba muy rara, ya no
era todo igual. Yo era apenas una niña que no tomaba dimensión de lo que había
pasado.
Un
día voy a la casa de mi abuela, donde también vivía mi tío Valentín, recuerdo
ver un papel arriba de la estufa de leña del gran comedor de su casa, como
cualquier niño, curiosa, lo agarro para ver que decía, era un poema dedicado a
ella, me acuerdo que aunque me costó un poco leerlo lo entendí muy bien, era
tan profundo que me despertó una nostalgia no común en mí, ¿cómo unas simples
palabras escritas podían llegar tanto al interior de alguien?.
Recuerdo
después de esto cada vez que iba a lo de mi abuela agarrar ese pedazo de papel
y leerlo repetidas veces, me encantaba.
“Me
acuerdo lo mucho que me gustaba escribir, la primera vez que le hice una carta
a mi madre, tenía 12 años.”: luego del descubrimiento de la poesía que había
escrito mi tío solo quería ser como el, quería poder escribir cosas que
llegaran al corazón como lo que él había hecho. Fue así como hice mi primera
carta, no recuerdo bien que era lo que le quería confesar o contar a mi madre,
pero recuerdo estar en el colegio primario y estar pensado llegar a mi casa
para poder escribirla, pase horas pensando cómo ponerlo, que palabras usar,
etc.
Cuando
se lo di a mi madre sentía mucha ansiedad de su respuesta y de cómo iba a
reaccionar ante mi carta, si se iba a burlar, se iba a emocionar, no le iba a
mover un pelo o que era lo que iba a suceder. Cuando se la di solo me quede
mirándola de abajo a ver que gestos hacia, ella se emocionó, eso me emociono y
me motivo mucho más a mí para seguir escribiendo, luego de eso recuerdo hacer
cartas cada semana para distintos miembros de mi familia.
“Cuando
mi mama por fin me dejo hacerme un usuario de twitter, lo mucho que me gustaba
(y gusta) leer diferentes cosas ahí, tenía 14 años.”: recuerdo ver siempre a mi
hermana (más grande que yo) leyendo post en twitter, yo siempre quería ser como
ella, tener lo que ella tenía, hacer lo que ella hacía, como toda hermana
menor.
Anhelaba
mucho con tener twitter, ya que ya tenía todas las redes sociales, Instagram,
Facebook, snapchat, todas, menos twitter. No sé cuál era la excusa que me ponía
mi madre que no me dejaba tener, eso me enojaba mucho. Hasta que cumplí 14
años, me acuerdo la primera vez que lo use lo mucho que me gustaba, pasaba
horas leyendo hilos de diferentes cosas, me encantaba la multiplicidad de
información que había allí, las distintas opiniones que podías encontrar, que
todo lo que buscara lo encontrara. Me gustaba mucho leer diferentes historias
de personas, también noticias sobre el país e internacionales, lo que más me
gustaba de adquirir toda esta información es que después podía ir a contarlo
con cierta certeza y confianza.
“Cuando
fui comunnity manager de una cuenta de Instagram, mi primer trabajo de lo que
me gusta, tenía 17 años.”: estaba en mi último año de colegio cuando la
delegada de mi pueblo, y también mama de una de mis compañeras me ofrece este
trabajo. Se acercaban las elecciones y como ya es de público conocimiento las
redes sociales y el marketing manejan la vida social y las decisiones de muchas
personas.
La
propuesta era crear una página de Instagram y otra de Facebook de mi pueblo,
Pirovano. Hacer diferentes posteos de las cosas que sucedían en el pueblo, los
eventos que había, las novedades, los avances en proyectos, hacer entrevistas a
diferentes personas en los comercios
etc. Me gustaba mucho hacerlo, pasaba el tiempo editando y sacando fotos
con el fin de hacer algo lindo y que gustara. Yo creo que este fue un impulso a
llevarme a decidir lo que hoy en día estudio y quiero hacer de mi futuro.
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